domingo, 7 de junio de 2009
Mujer, Discriminación y Mundo laboral
- Hoy no traigo a este blog mis propias ideas sobre el tema que nos ocupa ya que, como ferviente defensor de la igualdad de la mujer en todos los ámbitos de la vida, probablemente no aportaría nada nuevo al debate. En vez de eso prefiero exponer la interesante teoría de una prestigiosa profesora de universidad y columnista en medios de derechas, Edurne Uriarte, en su libro “Contra el feminismo”.
Comienza nuestra catedrática reconociendo que muchas mujeres, incluida ella misma, tienen hasta cierto punto la percepción de que su trabajo es peor valorado que el de los hombres, pero que ese vestigio del pasado machista no explica las cifras que constantemente se publican sobre la diferente presencia de ambos sexos en la vida laboral y especialmente en la escala más alta. Nos cuenta entonces que hay una “ideología de la discriminación” que se refleja en la mayoría de los estudios sociológicos publicados sobre este tema: Proporción de diputadas en las cortes, de profesorado universitario, diferencias de salarios, de ejecutivas en las empresas, e incluso en la administración pública, etc. etc. que no tienen en cuenta los deseos o las necesidades de las propias mujeres, ya que estos estudios presuponen que si son el 50% de la población, deberían ocupar en 50% de los puestos de trabajo y en ellos se basan leyes que en realidad son discriminatorias para el hombre, como la de igualdad.
Se basa para decir esto en, por ejemplo, los datos de participación de mujeres en los partidos políticos. Se pregunta por qué las militantes han de ocupar la mitad de los cargos y las listas electorales cuando en el mejor de los casos no suponen más de un tercio de la afiliación. Porque seguramente el problema de la posible discriminación de la mujer en los partidos políticos no es otra cosa que el menor interés de éstas en la vida pública. Literalmente dice: “En realidad la ideología ha sustituido a los datos. En este terreno y en otros muchos, el feminismo ha prescindido de la sociología o de la ciencia política y el punto de vista meramente ideológico ha eclipsado el científico”. Y pone un ejemplo muy claro: Una tesis doctoral sobre las posiciones de poder en la escuela a cargo de Teresa García, profesora de la Universidad de Almería: Cuando se preguntaba a las maestras por qué no ocupaban cargos de dirección, jefas de estudios, etc. en los colegios en los que trabajaban, las respuestas reflejaban más bien una falta de ambición personal y un deseo de tener más tiempo libre para ocuparse de su familia que una discriminación real. Sin embargo, la autora de la tesis concluyó, un poco por su cuenta y prescindiendo de las opiniones de las encuestadas, que ese deseo no era una elección propia y personal, elegida libremente, sino fruto de la presión social hacia la mujer.
Edurne Uriarte concluye que, efectivamente, todas nuestras decisiones son en buena medida condicionadas por la sociedad, pero mientras no existan obstáculos legales o aislamiento social por hacer una elección u otra, todas son válidas. Y las mujeres, por regla general acaban eligiendo trabajar en puestos de menos responsabilidad o menos horas, e incluso dejar de trabajar, porque su prioridad puede ser la familia y el cuidado de los hijos. “Una consecuencia de esta dinámica es la reluctancia de muchas empresas a contratar a mujeres embarazadas o en edad fértil”. Y se dice que las empresas discriminan a estas mujeres sin tenerse en cuenta que ellas “se discriminan laboralmente a sí mismas cuando deciden dar prioridad a los hijos frente a la carrera profesional”.
En fin, creo que cuando menos es una teoría interesante que merece la pena debatir. Y creo que en este caso son las propias mujeres las que deberán opinar sobre si este planteamiento puede tener visos de validez o si no es otra cosa que una serie de ideas machistas en la mente de una mujer, cosa no muy rara por otra parte.
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Técnicas de riego:
Cuando el agua llega al terreno el agricultor por el canar principal, éste desvía el agua hacia cada surco sacándole al principio del surco por el lado más pendiente hasta que se llene de agua después se cierra y se habre el surco siguiente, y así con todos los surcos de la veta. Cuando se acaba de regar la veta, para que riegue el siguiente agricultor se desvía el agua de la veta cerrando el canal secundario dejando así, que corra el agua por el canar principal.
Preparación del huerto:
Primero se hace la pared de piedras, las piedras se cargaban con el burro. Después de hacer la pared, se echa la tierra en la veta que también es cargada por el burro. Al final se pone estiércol de animal y se mezcla con la tierra antes de sembrar.
Estiércol:
Para abonar la tierra se usaban los excrementos de los animales que se tenían en casa y se mezclaban con la tierra antes de plantar.Se ha producido un cambio muy grande, ya que, antes solo se usaba estiércol, y ahora se usan muchos más productos químicos.
Las huertas:
El terreno se labraba con vacas con araos. Las huertas eran escalonadas.Para abonar la huerta se cernía estiércol de cabra y se mezclaba con amoniaco, también se iba a buscar a unas cuevas una tierra fina que no se mojaba dentro de las cuevas con la que también se mezclaba con el estiércol y el amoniaco.
Sistemas de riego:
Riego en esos tiempos había poco o ninguno, y si había era conseguirlo de algún naciente que había en las fincas de la Oropesa. Se regaba a mantos de un naciente que había en aguadaltos.
Épocas de siembra:
En menguante: Por encima de la tierra (lechugas,…).Luna nueva: Se siembra los días impares.En creciente: Por debajo de la tierra.
Utensilios y herramientas:
En los años 20, la mayoría de los utensilios y herramientas eran fabricados por un herrero que viviera cerca.Para plantar, se utilizaban arados de madera, llevados por vacas o toros y las asadas.Para cabar, se usaban los ganchos, sobre todo cuando no se podía con la asada o con la guataca.
¿Cómo se conseguían las semillas?
La gente se daban a unos a otros semillas que tenían.-Las papas:Mucha gente iba a Garafía a buscar las papas, para cambiarlas de sitio porque así se daban mejor-El trigo: EL trigo que se sembraba en la costa era de tremes y el del monte no s daba en la costa, es decir, había un tipo de trigo para un lugar concreto. Lo más que se sembraba de granos eran el trigo, la cebada, centeno, lentejas blancas y negras y chicharros.
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